Por: Samuel Escobar
La imaginación llego a todo su esplendor, así como el nerviosismo ante cada acto del show que llego al Teatro Telcel, The Illusionists reúne a ochos de los mejores ilusionistas del mundo, quiénes pondrán de cabeza al público hasta el 23 de junio.
Una corta temporada que debes aprovechar y vivir la magia con cada una de los actos. La música y el juego de luces generan esa tensión entre los presentes, de no saber que pasará y de las maravillas que se hacen en cuestión de segundos. Con una duración de poco más de hora y medio, el público se adentrará en un muno de levitación, lectura mental, hipnotismo y escapismo.
Donde además, tendrán la oportunidad de ser parte de los actos y constatar que se hagan de la manera que deben ser, sin trampas, ni engaños, al menos así lo han manifestado quienes tuvieron la oportunidad de ser parte de la primer función, en la que reunieron alrededor de mil espectadores.
Con movimientos meramente bien cuidaos y a gran velocidad, los artistas lograron crear ese ilusionismo en cada una de las personas, quienes no quitaban la vista del escenario y buscaban de todas las maneras posibles, entender como se había logrado algún acto, desde partir alguien por la mitad, juegos de cartas, la hipnosis y aparecer y desaparecer a alguien.
En escena podemos ver a Sabine Van Diemen (La Hechicera), Aryel Altamar (El Mentalista) y Joaquin Kotkin (El Surrealista), Florian Sainvet (El Manipulador), Leonardo Bruno (El Alquimista), Aaron Crow (El Guerrero), Matt Johnson (El Escapista) y Mark Kalin (El Anfitrión), todos y cada uno de ellos, concentrado en cada uno de los movimientos y siempre en espera de que todo acto salga de la mejor manera.
Indudablemente transportan al público a un mundo de ilusión, donde la mente, es el mejor elemento para entender lo que esta pasando arriba del escenario. Todos los asistentes tendrán la oportunidad de ser parte del show, ya que son elegidos al azar y eso permite que sean testigos fieles.
Sin duda, uno de los actos más sorprendentes de la noche, es cuando uno de los ilusionistas se vacía cera caliente en los ojos, se los venda y se cubre toda la cabeza con un papel metálico para luego agujerar una bolsa de papel de estraza con arena, cosas increíbles y que logran la euforia y emoción del público.
Un show multi dinámico, en el que la música también es uno de los elementos que complementan cada uno de los fabulosos actos que crean.