POR: DIANA SÁNCHEZ
Taylor Swift está dominando la escena musical y está encendiendo una tormenta económica mundial. Su gira "The Eras Tour" está reescribiendo los libros de récords, estableciendo un nuevo estándar para los conciertos que está creando un impulso económico sin precedentes.
La reciente gira de la cantante ha establecido un nuevo estándar para las giras de
conciertos, con 146 shows, programado hasta el 23 de noviembre de 2024. La "economía de la experiencia", es un nuevo valor, donde personas prefieren experiencias memorables sobre posesiones materiales, tocando la fibra de las audiencias.
Pero, ¿Cuáles son los componentes del éxito de Taylor Swift?
- Talento. Taylor es un prodigio musical que ha cautivado al mundo desde los 11 años. Es cantante, compositora y virtuosa de la guitarra.
- Marca: Su música y persona publica tejen narrativas que resuenan con los fans a nivel
personal.
- Innovación La cantante ha evolucionado su estilo musical de manera fluida, pasando del country al pop, manteniéndose relevante en un paisaje musical dinámico.
- Comunidad. Swift interactúa constantemente con los fans, compartiendo contenido
exclusivo y organizando eventos íntimos.
- Colaboración. Acepta colaboraciones con otros artistas pop, reconociendo que una
competencia amistosa puede impulsar el crecimiento artístico y ampliar su alcance.
- Operaciones. Cada detalle de sus conciertos está meticulosamente planeado para
ofrecer una experiencia única e inolvidable, con promociones en redes sociales hasta
eventos exclusivos de preventa de entradas a través de plataformas.
Pero la influencia de Swift no se limita a la industria musical. Las economías locales
experimentan un impulso significativo cuando "The Eras Tour"; llega a una ciudad. Los fans abren sus billeteras y el dinero llega a los negocios locales, beneficiando a los residentes locales y a la economía.
Taylor Swift, con su reciente gira, no es solo una serie de conciertos; es una revolución
cultural y económica. A medida que la gira sigue rompiendo récords y atrayendo
multitudes agotadas, es evidente que el impacto de la cantante va mucho más allá de la
música e influye significativamente en los hábitos de gasto de los millennials y la
Generación Z.