POR: DIANA SÁNCHEZ
La ciencia de la salud ha dirigido su atención hacia los intestinos, órganos vitales que hasta hace poco pasaban desapercibidos. Distintos estudios realizados por la Organización
Mundial de la Salud (OMS), revelaron que existe una conexión entre el equilibrio intestinal y la longevidad, lo que ha llevado a replantear cómo se cuida y protege este sistema.
La filosofía japonesa, ha fomentado desde hace siglos el concepto "intestinos sanos para una larga vida". Ahora, la ciencia ha demostrado que los intestinos alberga la microbiota intestinal o flora intestinal, que desempeña un papel fundamental en la digestión, el sistema inmunológico y también pueden influir en la longevidad.
Angélica Díaz Aranda, nutrióloga y gerente de Difusión Científica en Yakult México, explicó la relevancia de los intestinos para vivir más tiempo y tener una mejor calidad de vida:
- Más del 70% del sistema inmunológico reside en los intestinos. Un desequilibrio en la
microbiota intestinal puede llevar a inflamación, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas, autoinmunes, diabetes tipo 2, y osteoporosis.
- Una flora intestinal desequilibrada puede afectar la asimilación y el metabolismo de
estos compuestos esenciales.
- Las bacterias intestinales producen sustancias como ácidos grasos de cadena corta y
vitaminas, que mantienen y mejoran la salud intestinal.
- mantener un ambiente intestinal sano previene molestias gastrointestinales, como la
diarrea infecciosa, colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn.
Contar con una alimentación balanceada, rica en fibras y alimentos probióticos, es
primordial para promover el bienestar de nuestras bacterias intestinales.
Con el envejecimiento, el sistema digestivo desarrolla movimiento intestinal lento,
disminución de la producción de enzimas digestivas y ácido gástrico. Por ello, es
importante mantener un estilo de vida saludable en general, que incluya prebióticos y
probióticos Bacterias probióticas, como Lactobacillus casei Shirota. Éstas pueden ayudar a mantener una microbiota equilibrada, mejorar el sistema inmunológico, regular la
inflamación, facilitar la digestión y prevenir enfermedades gastrointestinales.
Un estilo de vida saludable, una dieta equilibrada, hidratación adecuada, actividad física
regular, dormir suficiente, evitar el tabaco y alcohol, así como reducir el estrés, puede
contribuir a mantener un sistema digestivo sano.