La carta está escrita en mayúsculas, como si Armando Manzanero hubiera querido resaltar el mensaje. El texto dice: “LAS CANCIONES MENCIONADAS EN ESTA CARTA SÓLO PUEDEN SER GRABADAS POR DANIEL RIOLOBOS”
Enseguida, el cantautor yucateco enumera el título de los diez temas que le regaló a Daniel, quien es la tercera generación en la dinastía de los Riolobos.
“Esas canciones son algo sagrado para mí, porque es un honor que el maestro Manzanero haya decidido apadrinar mi carrera”, dice Daniel, quien ha convertido ese regalo en un disco que está a punto de lanzar y cuyo primer sencillo se llama “Muy junto a ti”.
“Es un disco que me costó 16 años de esfuerzo y trabajo”, resume el cantante mexicano, para quien la música es una herencia que se remonta a su abuelo, el legendario cantante argentino Daniel Riolobos, quien debutó con apenas 5 años en la radio y que alguna vez fue elogiado por Sammy Davis Jr.
“Yo crecí con la música a mi alrededor. Escuchando lo mismo a Pedro Vargas que a Marco Antonio Muñiz o Benny Moré”, dice Daniel al recordar a su abuelo, quien, además, tuvo como pianista precisamente a Armando Manzanero.
Fue en memoria a esa relación, que Manzanero decidió apadrinar al tercero de los Riolobos (el segundo fue su padre, quien se agregó el “Jr.” para distinguirse del abuelo).
“No fue fácil que el maestro me recibiera. Pero en cuanto supo quién era mi abuelo, me invitó a su casa, me preparó una cena, luego se sentó al piano y comenzó a tocar las canciones que quería que yo grabara”.
Ese encuentro sucedió hace tres años. Para entonces, Daniel Riolobos llevaba ya un tiempo tratando de abrirse camino en el mundo de la balada y el bolero. Pero los pocos espacios y la falta de oportunidades no le habían permitido conseguir su objetivo, el cual, explica, no es la fama. “Yo nací para cantar baladas, eso lo tengo muy claro desde muy chiquito”.
Porque además del apellido, coincide con su abuelo en que él también fue muy precoz musicalmente ya que a los 12 años ganó un concurso de canto en el Colegio Lasalle, en donde estudiaba.
En aquel 2015, con las canciones de Manzanero en un demo, Daniel intentó que lo escucharan, pero las puertas no se le abrieron para promoverlo.
Esa situación ha cambiado ahora que ha armado un proyecto para lanzar el disco de manera independiente, pero de manera profesional y formal a través de todas las plataformas de Internet, streaming y en radio. “Mi meta es llegar a todo el público. No canto para ser famoso, me gustaría trascender”.
El disco contiene las 10 canciones cortesía de Manzanero más un Bonus Track de “Hasta que te encontré”, con acompañamiento de mariachi y a dueto con el compositor yucateco.
En conjunto, describe Daniel Riolobos, se trata de un álbum lleno de romanticismo, del enamoramiento y de extrañar a las personas que uno quiere.
En particular, le tiene un especial cariño a “Tengo permiso”, que se incluye también en este disco, porque se la dedica a su madre, quien falleció en 2011, mientras él concursaba en el reality show de “La Academia”.
“Es un tema que habla de una pareja, de que uno de ellos se ha ido y el otro la extraña. Pero yo se la dedico a mi madre, porque el amor no sólo es romanticismo; la letra de la canción se puede interpretar de muchas maneras, esa es la magia de Manzanero”.
El entendimiento y conexión de Riolobos con la filosofía de Manzanero explica que, en aquella carta escrita de su puño y letra, el yucateco advirtió, también en mayúsculas: “En caso de no ser así (que Daniel no hiciera la grabación) las canciones me serán devueltas”.
Y no es gratuito que Manzanero haya notado que además del apellido, Daniel comparte con su abuelo y su padre una virtud: el talento. Por eso le escribió otra carta de recomendación en la que aseguró: “Cantó hermoso el abuelo, cantó bonito el hijo y el nieto no lo puede hacer mejor, canta bello”.
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