El impacto y enfoques globales de la desnutrición pediatrica

POR: DIANA SÁNCHEZ
Los niños en los primeros años de sus vidas necesitan una adecuada nutrición para apoyar el crecimiento y desarrollo saludable. Cuando no tienen acceso a ella, se puede desarrollar malnutrición, con consecuencias a la salud como emaciación, retraso en el crecimiento, bajo peso o sobrepeso y obesidad.
La malnutrición a 149 millones niños menores de 5 años a nivel mundial. La desnutrición crónica puede conducir al retraso en el crecimiento, que no permiten a los menores alcanzar su pleno potencial de crecimiento o puede dañar irreversiblemente su desarrollo cognitivo y, como resultado, afectar negativamente su rendimiento académico.
Derivada de factores sociales, la pobreza o la inestabilidad económica, la malnutrición
puede conducir a la inseguridad alimentaria y a la falta de acceso a alimentos saludables o a la diversidad en la elección de alimentos.
El sobrepeso u obesidad puede incrementar el riesgo de enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación, como la diabetes y las enfermedades del corazón. Estas enfermedades crónicas pueden derivar en complicaciones de salud, e incluso pueden provocar la muerte.
La lucha contra la malnutrición comienza con la detección temprana de los niños con
desnutrición o en situación de riesgo. Es importante la colaboración entre las
comunidades, las organizaciones, gobiernos y padres de familia para identificar e intervenir en etapas tempranas para prevenir la desnutrición y la educación nutricional para los niños.
Abbott se asoció con el Instituto de Investigación Children’s Mercy y Hallmark para
desarrollar y distribuir la cinta MUAC Z-Score, que es un dispositivo de papel que se
asemeja a una cinta de medición tradicional con indicadores que indican el riesgo de
desnutrición en los niños.
Además, Abbott cuenta con el programa Future Well Kids para fomentar la educación de
estilo de vida saludable. Fue desarrollado en colaboración con Discovery Education.