Pareciera que los festejos del Día de San Valentín caen siempre en lo mismo: regalos parecidos cada año, reuniones que rayan en lo cotidiano y situaciones que se vuelven de inmediato muy aburridas.
Prepárate para considerar algo diferente. Conoce un plan
que, si no tienes algo en mente aún, es ideal para ti tengas o no pareja. Se trata de una oportunidad perfecta para mimarte y degustar tus favoritos.
Los chocolates, en todas sus versiones, son los favoritos para regalar en esta época.
Su delicioso sabor deleita paladares, genera momentos especiales y hace al mundo
sonreír. Pero… ¿qué tal si puedes agregar aún más magia a ese momento? Te
compartimos algunas ideas para mezclar dos estrellas: chocolate y cerveza. Prepárate
para conocer una combinación ganadora, fruto de la asesoría de Edgar Pérez,
Developer Chef de Canal Moderno en Turin-MARS México.
Primero tendrás que elegir el chocolate que deseas. Puede tratarse de alguno que
tengas a la mano, pues no necesita ser algo muy exclusivo. Un chocolate macizo con
leche – como el Corazón Turin®–, uno oscuro, una barra rellena de caramelo o
cacahuate – como Snickers® – o una figura – tal y como un Conejo Turin® – pueden
ser buenas opciones. Escoge tu favorito o comparte distintos de ellos para conocer
variadas combinaciones. ¿Siguiente paso? Ve el color, percibe su olor y… ¡dale un
buen mordisco a esa delicia! Nota cómo cada rincón de tu boca se llena de sabor y
cómo te sientes – sin lugar a duda – de mejor humor.
Entra en escena el siguiente protagonista: la cerveza. De igual manera, deberás optar
por la que más se te antoje… sin importar el color, sabor, aroma o malta de la que se
componga. Cada caso será único: oscura con toques de canela y cacao como una
Soul®, aromática y con sabor a cacahuate, café y avellana como una Asimetría® o
amarga pero con pinceladas dulces y notas cremosas de plátano y durazno como Not
Quite My Tempo®. Percibe los sabores acaramelados en tu lengua y piensa en todo
aquello a lo que te recuerda. Confirma por qué es una bebida preferida desde tiempos
ancestrales y que el vino no es el único acompañante de un buen chocolate.
Por último, llega la hora de acoplar estos mosaicos de sabores. Prueba un trozo de
chocolate y da un sorbo a la cerveza: uno primero, otro después, al revés o todo a la
vez. Nota cómo se integran y inauguran una fiesta completamente diferente y única en
tu boca. No hay reglas establecidas: cada quien compondrá su propia pieza musical.
¿Qué esperas? Confirma que esta experiencia no tiene igual y pasa un día de San
Valentín diferente y único con amigos o familiares. Date ese abrazo que tanto necesitas
hoy, el 14 de febrero o cuando quieras aliando estas dos célebres sazones. Descubre
como tu corazón chocoLATE por los que más quieres.
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