Por: Redacción
Foto: Cortesía
Se acerca el 14 de febrero y todavía no sabemos qué va a pasar con las bodas ni cómo será el primer beso post pandémico, pero mientras eso sucede, te compartimos algunas historias y leyendas que tal vez te hagan palpitar el corazón…
En Yucatán existen historias y leyendas de amor que van a cambiando de generación en generación y que caracterizan a una región.
A continuación te compartimos algunas de las historias de amor que te robarán uno (o varios) suspiros.
“El Maquech1” la joya cercana a tu corazón.
La leyenda cuenta la historia de una hermosa princesa llamada “Cuzán”, su belleza era tal que era admirada y conocida por todos los reinos de su alrededor por tan extraordinaria cualidad.
Cuzán era de personalidad alegre y amigable, características que la hacían la consentida de su padre “Ahnú Dtundtunxcaán”, el Gran Señor que se sumerge en los cielos.
Su padre tenía la firme convicción de que su hija no podría contraer matrimonio con alguien que él considerara inferior por lo que decidió, cuando Cuzán era muy pequeña, que concedería su mano al príncipe “Ek Chapt”, futuro rey de la ciudad de Nan Chan.
Los años pasaron y un día cuando el Gran Señor regresó de una batalla acompañado por su mejor guerrero de cabellera roja encendida, “Chalpol”, llamo a la princesa y al cruzar miradas ambos quedaron perdidamente enamorados.
“La leyenda de Nicté-Ha”
Cuenta la leyenda que, en lo más profundo de la selva maya, existía un reino impresiónate y el príncipe de este reino era conocido como “Chacdziedzib”, (cardenal rojo) un guerrero valiente, venerado y querido por todo su pueblo.
El príncipe estaba comprometido con una princesa de otro reino con la que contraería matrimonio cuando se convirtiera en rey, pero Chacdziedzib estaba perdidamente enamorado de “Nicté-Ha”, una plebeya, hija de un guardia del cenote sagrado.
Nicte-Ha era una joven hermosa, como su nombre lo indica, tan hermosa como una blanca flor. Siempre vestía de blanco y su amor con Chacdziedzib era único y secreto, tanto que sus familiares no sabían que ambos se reunían todas las noches en el cenote, donde el príncipe le cantaba canciones a su amada.
Historias tan bellas, así que tú también puedes dejar la tuya.
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