POR: DIANA SÁNCHEZ
El sistema digestivo es una parte fundamental del cuerpo, porque se encarga de
descomponer los alimentos y extraer los nutrientes esenciales para estar sanos y con
energía. Se estima en promedio, que un tercio de la población mundial tiene algún
problema digestivo. Se debe tener cuidado si hay síntomas que indiquen problemas en el organismo, como exceso de gases, estreñimiento, náuseas o vómito.
La microbiota, o flora intestinal, es un conjunto de bacterias, que no todas son malas. Una de sus funciones es proteger al cuerpo de virus y bacterias que produzcan enfermedades, así como regular el suministro de la energía que usamos día a día.
La Mtra. Angélica Díaz Aranda, gerente de Difusión Científica en Yakult, México, comentó
que existen diferentes técnicas y métodos, con los que se puede conocer si se tiene un
sistema digestivo saludable.
- La secuenciación de ADN, es una de las técnicas más comunes para analizar la
composición de la microbiota intestinal. Además, permite identificar las especies
bacterianas presentes en el organismo.
- La metagenómica, es una técnica avanzada que analiza de los genes presentes en la
comunidad microbiana y cómo están involucrados en la producción de metabolitos y en la regulación de funciones metabólicas.
- El análisis de metabolitos. Es un análisis de los metabolitos producidos por los intestinos, proporcionando información sobre las actividades de los microorganismos.
- Estudios de diversidad: Es un análisis donde se evalúa la cantidad de especies
bacterianas presentes en el intestino.
- Biomarcadores. Son sustancias que indican un estado biológico y se utilizan para
detectar enfermedades o los procesos para indicar la salud de la flora intestinal.
- Evaluación de síntomas y patrones digestivos: Los problemas digestivos, pueden ser
indicativos de desequilibrios en el sistema digestivo. El patrón y la frecuencia de las
molestias, pueden sugerir problemas en la salud, lo cual es sinónimo de acudir con un
especialista.
La nutrióloga Angelica Díaz, recomienda llevar una dieta equilibrada e hidratada, incluir
prebióticos y probióticos como Lactobacillus casei Shirota, disminuir el uso de antibióticos y llevar un estilo de vida saludable.
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