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Majo Cornejo triunfa en grande



Va por su tercer año con el Cirque Du Soleil, como protagonista de “Luzia”;

a sus 23 años, Majo Cornejo triunfa en grande

Se llama María José, pero todos le dicen Majo. Inconfundible: Majo Cornejo.

A sus 23 años, ha logrado lo que muchos no alcanzan en toda una vida.

Y no es para menos: Desde hace poco más de dos años, es una de las figuras más importantes del Cirque du soleil.

“Los domingos nos reuníamos en familia; mi padre, guitarrista; mi mamá, cantante, y mi tío violinista de la Sinfónica… Ya sabes: pura bohemia, desde el bolero, al huapango, el bolero cubano, esa fue mi infancia, mi raíz, y claro, ¿cómo iba a imaginar otra vida, que no fuera en los escenarios? Crecí, por decirlo de un modo, debajo de una tarima”.

Si bien de niña no lo tenía claro, un leve empujón de suerte la llevó a trabajar en “El mundo de Kolitas”, su primer contacto profesional con el medio donde, desde entonces, desarrolló una veloz carrera a las grandes ligas.

“Mi mamá y mi tía trabajaban en ese proyecto, donde estaban buscando a una niña para hacer algunas voces; le sugirieron al productor que me audicionara y, zás, de repente estaba yo haciendo doblaje, trabajando en forma… aunque, clarto, para mí era como estar jugando”, recuerda Majo de su infancia.

Al tiempo, y luego de proyectos como integrante de la "Scholla Cantorum de México", donde ganó el Concurso Internacional de Coros, Majo decidió que no quería continuar sus estudios académicos convencionales, y pidió permiso a sus padres para abandonar el bachillerato.

“En otros tiempos, y en otra familia, te habrías imaginado un drama. Acá, mi mamá lloró, pero de alegría. No estaba pidiendo permiso para abandonar la escuela; sólo quería estudiar de manera abierta, y dedicarme, de lleno, a estudiar música y canto en el Conservatorio”.

Así, aunado a su natural don, Majo terminó su carrera musical en México, con certificaciones en Teoría Musical por The Associated Board of the Royal School of Music, y como Cantante Contemporánea por el Trinity College London y, a partir de ahí, todo ha sido meteórico en su carrera.

Fue ganadora del 2do lugar del reality show de Televisa y TVUNAM "Creando Boleros", y a sus 17 años fue corista de Juan Gabriel para el DVD "40 años de Trayectoria" en Bellas Artes con el Coro de la Ópera, bajo la dirección de los maestros James Demster y Eduardo Magallanes.

¿Qué tal, la experiencia de trabajar con Juan Gabriel? Cabe decir: no cualquiera, ¿eh?

“Imagínate; yo tenía 17 años, hice audición vocal y, luego, el chamán de Juan Gabriel se acercó a los elegidos, nos tocó, nos saludó, y eligió por la vibra que traíamos. Muy curioso, muy extraño, pero así fue, y yo quedé en un equipo de más de 100 músicos, siendo la más joven de todos, en ese DVD”.

En su haber, no sólo ha trabajado con Juan Gabriel; también ha colaborado con Enrique Búnbury, Pepe Aguilar, Carla Morrison, Draco Rosa, Vetusta Morla, León Larregui, Samo, Pedro Capó, Pandora, Choquibtown, Margarita la Diosa de la Cumbia, Jesús Navarro (Reik), José José, Kalimba, Francisco Céspedes, Ana Cirré, Coque Muñiz, Lila Deneken, Lola Cortés, Diego Verdaguer, María del Sol, Coalo Zamorano, Marcela Gándara; así como de la Orquesta COMUS bajo la batuta del maestro Rodolfo "Popo" Sánchez.

Cuando uno se pregunta por qué esta joven cantante está en los cueros de la luna, la única respuesta es: trabajo, pasión, perseverancia y ambición.

En teatro musical ha participado como María Magdalena en Godspell México; el espectáculo "Las del OTI"; ha sido también integrante de Opera Prima Rock; en doblaje ha sido la voz cantada de Alvin en "Alvin y las Ardillas 3" y voz cantada de "Barbie" en "Rock and Royals Barbie". En jingles y videos ha prestado su voz para el documental "Tarahumaras", de National Geographic, entre muchos otros proyectos.

Así, entre trabajo y trabajo, un día le llegó la invitación para audicionar en Canadá para el Cirque du soleil y, como muchas cosas en su vida, ésta también fue anecdótica:

“Me llamaron por teléfono para preguntarme si quería ir a una audición; les dije que sí, que sería un honor… Me enviaron mi boleto de avión y, ¿qué crees? ¡Perdí el vuelo! Lloré, lloré y decidí lanzarme por mi cuenta, así que me compré otro boleto y me fui, toqué la puerta y me recibieron… cuando ¡ya no había audiciones! Bueno, al final los convencí de que me escucharan y… nada, el resto es historia, de esas veces que lloras y lloras de la emoción de saber que eres la primera cantante mexicana que protagoniza un proyecto de tal magnitud, como lo es Luzia, que nos ha llevado a recorrer todo Canadá y casi todo Estados Unidos, y cuya gira internacional apenas está por comenzar… El contrato inicial fue por dos años, y yo ya voy en el tercero, ¿qué te digo? Me siento plena, feliz, enamorada”.

Y es que, entre tanto viaje y compañeros de todas las nacionalidades, Majo encontró el amor en un artista ruso, que forma parte de la mima compañía de Luzia.

¿En los cuernos de la luna? ¿Cómo es la nueva Majo?

“Me sigo viendo igual; creo que no he cambiado; he madurado, sí, emocionalmente y artísticamente, pero aún me falta mucho por recorrer, mucho por hacer. Estos sacrificios de vivir en otro país, de estar lejos de la familia, de hacerte independiente me han hecho crecer, en todos los sentidos, y lo agradezco.

“Claro, claro que quiero tener mi disco; claro que quiero seguir creciendo; pero, no sé, por el momento estoy disfrutando enormemente esta etapa con el Cirque du soleil. Quizá me quede aquí uno año más, o dos; apenas tengo 23 años, y quizá la vida me depare otras sorpresas”.


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