Por: Samuel Escobar
Los cócteles old fashioned están de regreso y con ellos la sencillez se convierte en sinónimo de sofisticación. Para reinterpretar el clásico Highball, Glenfiddich comparte una receta infalible para crear un cocktail para disfrutar del verano.
Glenfiddich, reconocido por ser el whisky escocés single malt más vendido y premiado del mundo, invita a degustar el Highball prefecto, una combinación de Glenfiddich 12 años, soda y un toque de limón.
El desafiante Glenfiddich 12 años tiene notas de pera y manzana que se disfrutan con frescura al olerlo y que se complementan con ligeros tonos de vainilla y caramelo en el paladar, además de percibir las notas de madera, malta y hierbas; todo ello en un whisky dorado intenso idóneo para un Highball, ya que resalta su intenso y perfectamente estructurado sabor.
“Si bien puede ser una receta simple, el ritual y la creación de un Highball tienen ciertos elementos que debes hacer para que sea perfecta”, comenta Christiano Protti, embajador de Glenfiddich en México.
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Los pasos para un Highball perfecto:
Se necesita un vaso de cristal grande y alto, cubos de hielos, Glenfiddich 12 años, soda y una rodaja de limón.
La preparación inicia con el vaso frío con los cubos de hielos dentro y escurrido.
Se recomienda 1/3 la proporción de whisky Glenfiddich 12 años. Posteriormente se vacía la soda hasta cubrir las 2/3 restantes del vaso.
Se mezcla perfectamente y se coloca una rodaja de limón para aromatizar la boca del vaso y adornar el cocktail.
Más que un whisky con soda, el Highball de Glenfiddich se convertirá este verano en el epítome de la simplicidad y el buen gusto en el mundo de la coctelería.
Este sencillo cocktail que hace un par de años resurgió como el acompañante perfecto para gozar de glamorosas noches en Japón, sigue conquistando al mundo con su sofisticado sabor y erigiéndose como uno de los clásicos favoritos.
Glenfiddich es el single malt de calidad internacional y tradición artesanal que desafía el tiempo y traspasa fronteras, y lo demuestra a través de un Highball que se convertirá en el must a pedir al llegar a la barra del bar.
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