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¿Cuáles son los beneficios de tener un perro en la vida de un niño autista?


POR: TB

FOTO: CORTESÍA


Los perros además de llenarnos de felicidad, risas y momentos únicos son especiales porque siempre están cuando los necesitamos, saben cómo nos sentimos, conocen nuestro estado de ánimo, no se enojan cuando los regañamos o por los errores que

podamos llegar a cometer con ellos, jamás hacen distinciones de ningún tipo y sobre todo, ven mucho más allá de lo que nosotros percibimos.


En el marco del Día del Autismo, queremos contarte algunos de los beneficios de tener un animal de compañía en la vida de un niño que vive bajo esta condición y cómo puede cambiarles la vida por completo.


El autismo se presenta debido a una serie de alteraciones del desarrollo neurobiológico y se manifiestan tempranamente desde los dos primeros años de vida. La terapia con

perros de asistencia tiene como finalidad estimular al niño, ayudarlo a integrarse

paulatinamente a la sociedad para desarrollar carácter y posición en el medio en que se

encuentre; también cumplen un propósito educativo, ya que enseñará al niño a

desenvolverse, al mismo tiempo que lo motiva y refuerza su conducta.

“Los perros destinados para esta noble función, requieren una valoración especial previo a ser perros de terapia; es importante que el perro destinado sea dócil, amistoso y por otro lado tenaz para orientar al niño. A medida que el perro genera confianza frente al niño, gracias a la convivencia diaria, es capaz de enseñarle conductas como cruzar la calle y atender a situaciones que antes no percibía. Para que un perro se encuentre en óptimas condiciones, debe mantenerse fuerte y sano; alimentarlos con productos altos en nutrientes y ricos, los mantendrá alerta para desarrollar sus funciones. Cesar® es una excelente opción por sus dietas deliciosas, saludables, balanceadas y algunas recetas con inclusión de vegetales reales”, agregó Esther Charles, Médico Veterinario para Cesar® en Mars Pet Nutrition México.

Algunos de los beneficios asociados a la convivencia entre el niño y el perro son:

 Tolerancia a la frustración – El perro servirá de apoyo para que los niños no

escapen ante una situación incómoda. El autismo puede provocar irritabilidad

cuando algo inesperado sucede; gracias a la presencia del animal de compañía se

transmite seguridad y menor frustración.


 Minimiza comportamientos de evitación – En ocasiones alarmantes los niños

con autismo, tienen tendencia a evitarlas, esconderse y no enfrentarse o con

frecuencia buscar escapar sin medir riesgos. Sin embargo, cuando el pequeño

quiera huir no podrá hacerlo porque el perro estará atado a su cintura, lo que lo

obstaculizará y podrá ayudarlo a lidiar con la situación.


 Conductas sociales positivas - Los niños autistas suelen tener mayor dificultad

para relacionarse de forma tradicional, la presencia de un perro mejora

gradualmente su respuesta ante los demás logrando un mayor acercamiento y

empatía con quienes le rodean; al mismo tiempo ayudan a mejorar sus habilidades

sociales, aumenta su atención, comunicación y concentración.


 Mayor contacto – Mientras los días pasan la convivencia se fortalece y el

intercambio entre perro y niño es más frecuente. Se podrá observar mayor

tendencia del niño acariciando al perrito o mirándolo directamente.


 Menores conductas estereotipadas – En los niños autistas algunos estímulos

como el ruido o las luces son complicados de regular por lo que es frecuente

verlos recurrir a esteriotipias que regulen esa desintegración sensorial, sin

embargo, los perros aportarán significativamente a la reducción de estos

comportamientos al ofrecer otra alternativa sensorial que reemplace la conducta

repetitiva, beneficiando en muchas ocasiones a los pequeños para tener una vida

con mayor control.


 Grandes cambios – Un perro de asistencia en la vida de los niños autistas puede

mejorar el sueño, disminuir la ansiedad y el estrés. La interacción simple como

cepillar al perro o acariciarlo, puede reducir los niveles de cortisol en sangre, por lo

que favorecer estos aspectos suele aminorar los comportamientos disruptivos. A

medida que la confianza aumenta entre ambos, el entrenamiento del perro puede

llegar a enseñarles también cómo cruzar la calle o de qué lado de la banqueta

debe permanecer.


 Pregunta a tu terapeuta cómo aprovechar de la mejor manera el

acompañamiento de un perro de servicio.

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