Mil 344 butacas se dice fácil. Pero a Adriana Moles le tomó tres años llevar su espectáculo “Divas del Corredor” al Teatro del Ciudad Esperanza Iris, foro en el que se presentará el 19 de mayo.
Por esas mismas fechas, pero de 2016, la actriz y cabaretera estrenó este espectáculo en el Youkali Cabaret, un pequeño espacio ubicado en la calle Amberes, en la Zona Rosa.
Sin más apoyo que el público y la comunidad cabaretera, Moles ha conseguido que este show unipersonal recorra varias ciudades del país, pero también que se presente en foros cada vez más grandes.
Ahora Moles entiende la importancia de su presentación en el escenario que encumbró a María Esperanza Bofill Ferrer, la vedette por excelencia de principios del siglo XX en México.
“Son muchos años de trabajo y de ir por una vía independiente. Es maravilloso contar con uno de los recintos más bellos y emblemáticos del cabaret que pueda existir en América Latina”, dice Moles.
Además, no deja de ser una dulce ironía que este éxito lo haya conseguido a través de un personaje que es la antítesis de ese concepto.
“Divas de corredor” se trata de la historia de Madame Bijoux una diva que platica la historia de su exitosa carrera de actriz… bueno, exitosa en cuanto a castings, porque, aunque se ha presentado a muchísimas de estas pruebas, la verdad es que nunca ha ganado un personaje.
Es una obra que habla, desde un enfoque entrañable, de la cultura del éxito; demuestra que el éxito no siempre es sinónimo de talento”, explica Moles, quien creó este espectáculo como parte de su trabajo en el Centro de Estudios del Humor Zirka.
Con la llegada al Teatro Esperanza Iris, Moles sabe cuál es su mayor responsabilidad: “¡Debo llenarlo!”, exclama.
En realidad, ya ha estado en teatros de gran formato; se ha presentado, por ejemplo, en el Teatro San Benito Abad, en Cuautilán Izcalli, Estado de México. Y con otros espectáculos ya ha piso el mismo Teatro de la Ciudad.
“He tenido obras programadas en ese teatro como co autora. Pero llegar al fin con un proyecto propio es para mí un motivo de júbilo”.
Esa alegría no sólo pende de haber llegado a un objetivo sino de la manera en que lo ha conseguido: “Cuando digo independiente me refiero a que esta obra ha crecido sin becas ni apoyos institucionales. Así que me siento muy satisfecha de haber construido mi carrera de la mano del público y la comunidad”.
Moles, una estudiosa del cabaret, el clown y de sus posibilidades como elemento de reflexión, tiene claro que “Divas de Corredor” ha mantenido su vigencia gracias a una virtud: su humor no es banal.
“Hay que recordar que nos debemos al público en todo momento y que parte de la labor del cabaret es pacificar y alegrar sin perder el punto de vista crítico y sin pasar por alto el rigor artístico”.
De modo que, con la presentación del 19 de mayo en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, Adriana Moles confirmará una de sus teorías más importantes: “El humor en tiempos violentos es una forma de poética que solo puede solventar un género como el cabaret”.
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