Por: Agencia
El café tiene una larga historia. Se cree que las propiedades de los granos de café se descubrieron por primera vez en Etiopía, que un pastor de cabras del siglo IX notó sus efectos estimulantes en sus cabras y comenzó a experimentar.
Lo cierto es que no se conoce su origen exacto, pero sabemos que el primer país es celebrar su día fue Japón en 1983. Hoy, el consumidor, tanto en México como en el mundo, se volvió más sofisticado e interesado en conocer los detalles del producto que comienza a percibir el café no sólo como una infusión, sino como experiencia para los sentidos y demanda cada vez más información sobre su proceso de producción.
Algunas investigaciones apuntan a un progresivo crecimiento del consumo de café
entre los jóvenes de entre 20 y 30 años. Estas nuevas generaciones de
consumidores reclaman que las marcas sean más sustentables y este desafío
termina impactando en los fabricantes de empaques que deben apostar a la
innovación y al desarrollo para concebir materiales plásticos reciclables, tal como
la iniciativa de algunas empresas en Colombia como Café Pergamino.
Este país es el tercer productor mundial de café. Precisamente allí, dos marcas se
unieron en la fabricación y comercialización del producto de una manera diferente.
Alico, una compañía experta en estructuras flexibles y comprometida con la
económica circular, desarrolló un nuevo envase flexible, reciclable y sin
metalización, que aún así, permite conservar la frescura del café. En la actualidad,
Café Pergamino ya utiliza este nuevo empaque en Colombia.
El material utilizado en este proyecto se conoce como ELITE TM AT y es producido
por Dow. El requisito más importante para el envasado de café es mantener su
aroma y sabor y sólo era posible con barreras metálicas para evitar el contacto
con el ambiente externo. Ahora es posible cubrir esas necesidades con un nuevo
envase que facilita el reciclaje.
Esto es lo que se viene, el futuro que llegó para quedarse. No es casual que los
mismos jóvenes que valoran el café natural también se preocupen por el tipo de
empaques que se utilizan, claves de la economía circular. Este concepto, tan
arraigado en las generaciones de millenialls y centenialls, significa reciclar un
producto para utilizarlo nuevamente, poniéndolo en valor e incorporándose en el
mercado. Esto se traduce en el doble efecto positivo de no generar basura y al
mismo tiempo conseguir una oportunidad de negocios más ecológica para quienes
decidan sumarse.
Es una nueva visión y otra manera de consumir el producto, más responsablemente. Algunos empresarios del sector señalan que sigue siendo un desafío atraer al público joven, en general fanáticos de lo natural y lo orgánico. Los empaques no son ajenos a estas tendencias y contar un empaque más liviano, económico, sustentable y que permite conservar la frescura del café está en línea con las actuales demandas y tendencias del mercado.
Según datos de la Organización Internacional de Café (ICO), la demanda podría
alcanzar hasta 10,2 millones de toneladas en el 2020. De acuerdo con Ross
Colbert, de Rabobank International, los mercados emergentes presentan el 50%
del consumo mundial de café. Si bien en consumo per cápita, México todavía tiene
mucho por crecer, si se compara su kilo anual con los 17 de Finlandia, el mayor
consumidor del mundo, no hay duda que la historia del café tiene un largo camino
por recorrer.
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